Premio Cervantes 2010. Lo recibió el poeta Mexicano José Emilio Pacheco

José Emilio Pacheco recibe el Premio Cervantes y hace defensa de los escritores.
El autor mexicano esbozó una crítica al sistema editorial en su discurso, en el que recordó a "los terremotos" que ha traído 2010. Minutos antes de la protocolar ceremonia desató risas en los asistentes, cuando se le cayeron sus pantalones.

ALCALÁ DE HENARES.- El poeta mexicano José Emilio Pacheco recibió hoy 23.04.10 el Premio Cervantes de manos del Rey Juan Carlos, haciendo una emocionada defensa del gremio de los escritores, "miembros de una orden mendicante" que no reciben, como le pasó a Cervantes, el merecido reconocimiento por su obra.

"No hay en la literatura española una vida más llena de humillaciones y fracasos" que la del autor del Quijote, subrayó en su discurso Pacheco, que hubiera deseado poder dar este premio precisamente a quien le da nombre.

"Me gustaría que el premio Cervantes hubiera sido para Cervantes. Cómo hubiera aliviado sus últimos años el recibirlo. Se sabe que el inmenso éxito de su libro en poco o nada remedió su penuria", afirmó el autor en el acto de entrega del premio, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.

"Cómo nos duele verlo, o ver a su rival Lope de Vega, humillándose ante los duques, condes y marqueses. La situación sólo ha cambiado de nombres. Casi todos los escritores somos, a querer o no, miembros de una orden mendicante. No es culpa de nuestra vileza esencial, sino de un acontecimiento ya bimilenario que tiene a agudizarse en la era electrónica", aseguró Pacheco.

Y es que la penuria de los escritores viene de Roma, cuando en la era de Augusto "quedó establecido el mercado del libro". A todos los que intervienen en el proceso editorial, desde copistas a proveedores de papiros, editores o libreros, se les asignó "un pago o un medio de obtener ganancias".

"El único excluido fue el autor, sin el cual nada de los demás existiría", señaló Pacheco, y precisamente Cervantes "resultó ser la víctima ejemplar de este orden injusto".

Esa vida de humillaciones y fracasos tiene su reflejo en el Quijote, que para el poeta mexicano "no es cosa de risa. Me parece muy triste cuanto le sucede. Nadie puede sacarme de esa visión doliente", subrayó.

En su discurso, Pacheco rememoró su inmersión infantil en la obra cumbre de Cervantes, en 1947, cuando siendo un niño de 8 años acudió con su escuela a una representación del Quijote en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México.

La obra, adaptada y dirigida por Salvador Novo y musicalizada por el mexicano Carlos Chávez y el español Jesús Bal y Gal, le despertó a "una realidad llamada ficción" y a un autor que medio siglo después le conduciría a la gloria literaria. "Sin saberlo", entró Pacheco "en lo que Carlos Fuentes define como el territorio de La Mancha. Ya nunca voy a abandonarlo", añadió.

Tanto es así que 52 años después, estando en la Feria del Libro de Guadalajara, recibió una llamada "al amanecer" de la ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, para comunicarle un premio que horas antes veía "muy lejano". "Nunca lo voy a ganar", le había dicho a los periodistas.

La ministra "me dio la noticia y me hundió en una irrealidad quijotesca de la que aún no despierto", dijo el poeta.

Pero no todo en el discurso de Pacheco fueron referencias a Cervantes y al pasado. Hubo tiempo para hablar de los terremotos, de la nube de cenizas que se cierne sobre Europa o de Internet: "Como todo, Internet es al mismo tiempo la cámara de los horrores y el Retablo de las Maravillas".

Y una referencia a la actualidad con la que puso fin a su discurso: "Nada de lo que ocurre en este cruel 2010 —de los terremotos a la nube de ceniza, de la miseria creciente a la inusitada violencia que devasta a países como México— era previsible al comenzar el año. Todo cambia día a día, todo se corrompe, todo se destruye".

"Sin embargo —añadió—, en medio de la catástrofe, al centro del horror que nos cerca por todas partes, siguen en pie, y hoy como nunca son capaces de darnos respuestas, el misterio y la gloria del Quijote".

Curioso percance

Minutos antes de recibir el Premio Cervantes, José Emilio Pacheco sufrió un curioso percance, cuando se le cayeron los pantalones del elegante y tradicional traje que exige el protocolo de la ceremonia.

"No tenía tirantes, es muy buen argumento contra la vanidad", dijo con buen humor ante los periodistas en el Claustro de la Universidad.

Pacheco, que iba acompañado del director general del Libro, Rogelio Blanco, y del rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Fernando Galván, se detuvo brevemente ante la prensa para expresar sus sentimientos, media hora antes de recibir el premio de manos de los Reyes de España.

"Me siento muy nervioso, es un día único e irrepetible. Es una gran fiesta", señaló el poeta mexicano, que indicó que todos "han sido muy generosos" con él estos días.

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